El río como protagonista de los espacios, obliga a tenerlo en cuenta a la hora de proyectar. Es así como las visuales se reservan para los ambientes principales de la vivienda.
De líneas dinámicas, y contrastes, la casa se implanta en el terreno respondiendo de una forma particular en cada una de sus fachadas. El sector de mayor jerarquía funcional – living comedor – tiene como envolvente una estructura de hormigón visto, mientras que el sector de servicio – cocina, dormitorio de servicio y dormitorio de huéspedes – se identifica como volúmenes de madera, contraponiéndose de esta forma la gran presencia de pétrea y compacta del hormigón con la calidez matérica. En la planta alta se ubican los usos privados que consisten en cuatro dormitorios en suite que gozan de las visuales más privilegiadas. Hacia el contrafrente en el jardín, el espacio público se extiende y un living exterior mira al río como anexo al área de piscina y solarium.
La composición de líneas, morfologías y materiales en contraste, generan la riqueza espacial y desafían a los sentidos.